26 noviembre, 2008

Balcanes. Historia de Albania

Poca gente y en pocos sitios se conoce la historia de Albania. Albania es un país a mitad camino entre la vieja Europa y ese mundo desconocido que nos parece un todo, por absurdez y afán de superioridad nuestra. Por esto y porque conocer no cuesta mucho, creo necesario contextualizar estas fotos de Albania , y las que iré publicando en los siguientes días.

Si empezamos con información básica sobre el país, 3,60 millones de personas dan forma a Albania, un país comparable en extensión con Aragón.Tiene frontera con Montenegro, Kosovo (todavía Serbia), Macedonia y Grecia. Demográficamente, el 95% son de etnia albanesa, 3% griegos y 2% otras etnias. Si nos fijamos en la religión, el 70% es Musulmán, el 20% Cristiano Ortodoxo, y el 10% Católico. La capital, Tirana, tiene aproximadamente unos 700.000 habitantes. La moneda oficial es el Lek, que al cambio viene a ser 1€= 122 lek. El idioma oficial es el albanés, uno de los idiomas más antiguos de Europa, disputándose este puesto junto con el euskera. Como curiosidad social y de comunicación, en Albania como en muchos países de la zona, cuando se dice Po (Si) se mueve la cabeza de izquierda a derecha, en vez de nuestra costumbre de arriba-abajo como afirmación. Por otro lado, cuando se niega, se dice Jo (No), y se mueve la cabeza de arriba a abajo. Os haréis una idea de las ilusiones y chascos que me pude llevar a la hora de preguntar por algo.

Si nos fijamos en la historia, Albania ha sido puente entre cientos de culturas, desde romanos y griegos, hasta el famoso Imperio Otomano. Pero sin duda, y por no aburrir, es su historia más reciente la más interesante de analizar. Poco sabemos del trascurso de este país en el siglo XX. Trascurso que empezó a tomar forma durante la II Guerra Mundial. En esta época, apareció un movimiento de resistencia muy grande de partisanxs contra la ocupación fascista de italianos y alemanes. Entre esta resistencia, se creo en 1941 el partido comunista albanés, liderado desde ese año y hasta 1985, por el gran protagonista de la historia reciente albanesa, Enver Hoxha. Este personaje fue proclamado en 1946, tras el final de la guerra, Camarada Supremo, convirtiéndose así en el presidente de Albania hasta su muerte en los años ochenta.

Stalin y el sistema de la URSS, fueron sus grandes guías para crear un estado comunista auténtico. Digo auténtico porque desde el primer momento, Hoxha rechazó unirse a Yugoslavia, federación de repúblicas comunistas, e intentó crear un estado realmente comunista, o eso decía él. Ya que ese alineamiento con Stalin, supuso la instauración del modelo soviético económico, además de repetir purgas y fusilamientos a toda disicencia dentro de su propio partido.

Fue en 1960, cuando Nikita Khrushchev exigió algunos privilegios estratégicos y geográficos a Hoxha, cuando este rompió sus relaciones con la URSS, tachándola de reformista y moderada. Así, desde ese año empezó una nueva etapa para Albania, entablando sus relaciones principales con la China de Mao Tse- tung. Relaciones que se palparon en el día a día de los albaneses por el bombardeo de cultura y el estilo de vida chino que sufrió el país Además, todo edificio religioso, fuera cual fuera su confesión, fue destruido. Se dice que solo el 5% de los templos religiosos se mantuvieron en pie.

Este cambio en las relaciones internacionales, terminó en el 1976, donde tras la muerte de Mao, Hoxha volvió a repetir estrategia, señalando a China como reformista, moderada y anticomunista. Habiendo rechazado al Eurocomunismo, a Yugoslavia, a la URSS y a China, Albania desde mediados de los setenta, quedó aislada completamente de todo contacto internacional. Nadie entraba y nadie salía. Un ejemplo parecido a la actual Corea del Norte.

Como anécdota sobre la personalidad de Hoxha y sus políticas personales, decir que tuvo dos grandes proyectos para el país, cada cual más alocado y paranoico. El primero, de nivel económico, era la convicción de Hoxha de que el sistema de agricultura en terrazas (Albania tiene un gran porcentaje de terreno montañoso), iba a ser la clave para obtener una producción agrícola excelente. Así, el país entero fue reconfigurado y todas sus colinas tuvieron forma de terraza. Años más tarde, se comprobó que el terreno no aguantaba ese estilo y que era perjudicial para la agricultura, lo que supuso un gran fracaso para la agricultura albanesa. El segundo proyecto del dictador, fue construir entre 1950 y 1985, más de 700.000 búnkers por su temor constante de invasión por parte de cualquier potencia extranjera. Su idea era crear un búnker por cada 4 albaneses.. Lo peor fue que lo consiguió, y aunque nunca se llegaron a utilizar, el país ahora es un campo de búnkers con forma de seta, que se extienden desde las carreteras, montañas hasta la misma orilla de la playa.

Tras la muerte de Hoxha en 1985, su mano derecha del partido continuo el estado y sistema de las últimas décadas. Fue en el 1990, donde los estudiantes realizaron grandes protestas consiguiendo la legalización de los demás partidos políticos y dos años más tarde, las primeras elecciones. Fue tal el caos de esta transición, que en 1991, más de 20.000 albaneses llegaron en barco a las costas italianas, creando una crisis en el gobierno italiano. Además, ese caos trajo un sistema, llamado democrático, que dura hasta hoy, al igual que dura el mismo presidente electo en 1992 del partido demócrata. Corrupción urbanística, política y un capitalismo salvaje donde todo cabe con la aprobación de los políticos, ha sido el panorama desde los años noventa hasta ahora de Albania.

Mi pregunta ante todo esto es ¿cómo se queda un pueblo después de haber sufrido la invasión otomana, italiana, alemana, una guerra mundial, 40 años de dictadura salvaje y ahora, un circo político, donde la ideología ha desaparecido y solo valen los intereses económicos?. El tiempo dirá, lo que no hay duda, es que el pueblo albanés podría dar ejemplo a muchos de nosotrxs en optimismo, hospitalidad y alegría.

[FOTOS] ALBANIA






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06 noviembre, 2008

Visión personal de la fotografía


Primero, cuando apareció hace más de un siglo, se presentó como el invento que iba a revolucionar la humanidad. Era capaz de enseñarnos lugares, personas, situaciones de cualquier parte del mundo, sin movernos del sitio. La gente de todo tipo no daba crédito a lo que veía: eran capaces de observar un instante de la realidad paralizado entre sus manos.

En un primer momento, la fotografía se utilizaba de una forma antropológica y científica. Más tarde, aquéllos que decidían qué contar al mundo, vieron la capacidad de comunicación que podían tener esas imágenes. Primero, como apoyo al texto. Y más adelante, la fotografía como noticia en sí. Es en este momento cuando la fotografía se expande y llega a convertirse en el arma más poderosa de información y también de manipulación en todo el mundo. El día a día, las guerras, los conflictos sociales, todo cabía y cabe en el objetivo de la cámara. Incluso cuando apareció su enemiga más temerosa, la televisión, la fotografía ha conseguido valerse por sí misma y renovarse.

Ahora, en la actualidad, la fotografía ha llegado a un punto de no retorno donde nada, pero sí alguien, controla su poder y su presencia. La era digital ha llevado el poder de la cámara a todos los rincones del mundo y a todas las personas del llamado “mundo civilizado”. Es con esta situación actual, donde surge la primera duda, la primera pregunta: ¿se ha fortalecido la fotografía o se ha adulterado, perdiendo su capacidad de comunicar? En mi opinión, la expansión de la fotografía es un gran avance que rompe con el elitismo romántico que tenían los fotógrafos del siglo pasado. Esa modestia aparte que los separaba de la gente, todo para el pueblo pero sin el pueblo. Como internet, la fotografía tiene y debe
llegar a todas las personas.

Sin embargo, al igual que internet, no somos conscientes de lo que tenemos en nuestro 'poder', ya que la fotografía la entendemos ahora mismo como un elemento más, presente en los periódicos, revistas y espacios de moda, pero no llegamos a imaginar su potencial. Estamos tan acostumbrados, que no reaccionamos a las imágenes. Vivimos en un mundo de imágenes, donde ya nada nos atrae, porque creemos que ya lo hemos visto todo. Y es aquí donde nace la segunda pregunta: ¿es culpa nuestra no saber aprovechar el poder de la fotografía o culpa de aquellxs que eligen, contratan y hacen las fotos para los mass media o medios de masas?

¿mi opinión? la culpa es de todos. Ambas opciones están relacionadas entre sí. La fotografía ha llegado a un punto tan institucionalizado que ha llegado a ser un producto más que se compra y que se vende. Que se prostituye todas las mañanas en portales de internet de agencias fotográficas, para acostarse con el comprador que más dé por ella. Por lo tanto, en cuanto la fotografía se convierte en un producto, en algo que se compra, se vende, y sobre todo que es de dominio privado, tenemos que ver que lleva impreso por la otra cara esta situación.

La independencia de los medios de comunicación brilla por su ausencia. Cada vez más, los medios se unen entre ellos y van dando forma a 4 ó 5 conglomerados de la comunicación, que dominan el sector mediático en el mundo (éste es un tema que trataré en una futura entrada). Por lo tanto, la fotografía, esa imagen paralizadora de la realidad, ese trozo de papel capaz de remover conciencias y provocar espanto, se convierte en un producto que tiene que responder a unas reglas de mercado, es decir, la libertad de representar aquello que vemos, tiene que estar acorde con las condiciones como producto.

Y por fin, a donde quería llegar, ¿qué podemos hacer nosotrxs para recuperar esa fuerza de la fotografía? Lo primero, saber qué es la fotografía, entender la fotografía como un arma, nuestra cámara es un arma, que no mata, pero puede hacer más daño. La fotografía no puede quedarse como un mero retrato de todo lo banal que nos rodea. La fotografía tiene un poder de cambio social y concienciación que hay que explotar, y aprender a utilizar. La fotografía tiene que ser una chispa más, la chispa que todxs podemos utilizar para enseñar algo al resto de la gente. Enseñar y provocar, éste debe de ser el sentido de la fotografía, o al menos el que yo le otorgo. La fotografía debe romper esa niebla del mundo de imágenes sin orden en el que vivimos, para hacernos parar por un momento y observar todo aquello que sucede a nuestro alrededor más cercano o lejano, da igual.

Ésta es la importancia de la cámara, la utilidad que poca gente le da al aparato que tiene entre las manos. La capacidad de comunicar, criticar y enseñar, provocar una reacción. Por eso es tan importante que allí donde suceda algo digno de contar, esté un fotógrafo. En toda guerra, conflicto militar, humano, cercano, lejano, nacional o extranjero, debe haber un objetivo que retrate la cruda realidad de los que, al final, son los que sufren todos los adjetivos de antes, estén donde estén, con bombas o sin bombas de por medio.

Este último hermano de la fotografía, la fotografía documental, es aquélla que no solo enseña la realidad y las relaciones humanas, si no que a mi modo de ver, también tiene que ser una pieza más en la construcción de una conciencia social activa, que no se acostumbre a ver imágenes recortadas de 15 segundos mientras comemos, y nadie dice nada.

Apertura del Blog

Tras mucho tiempo intentando sacar tiempo, hoy comienza mi blog personal. En el intentaré ir dando salida a mis fotos y explicando algunas anécdotas, curiosidades, datos técnicos sobre ellas. Espero que poco a poco vaya cogiendo color, y aquellxs que entreis decidais participar con vuestros comentarios.